martes, 12 de enero de 2016

Ansiedad y no es un bolero



De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal y el lenguaje corporal: posturas cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos tensión de las mandíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc.

Intelectuales o cognitivos: Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva, expectativas negativas, rumiación, pensamientos distorsionados e importunos, incremento de las dudas y la sensación de confusión, tendencia a recordar sobre todo cosas desagradables, sobrevalorar pequeños detalles desfavorables, abuso de la prevención y de la sospecha, interpretaciones inadecuadas, susceptibilidad, etc.

Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o seguir una conversación, en unos casos, y verborrea en otros, bloquearse o quedarse en blanco a la hora de preguntar o responder, dificultades para expresar las propias opiniones o hacer valer los propios derechos, temor excesivo a posibles conflictos, etc




Esto es un día a día cuando tienes ansiedad.

Ansiedad no es estrés.

Ansiedad es una parte del carácter, el estrés tiene más que ver con algo circunstancial, puntual. Ocurre.

Eres alguien con ansiedad  pero ¿cómo era antes.?
Vivir te provoca ansiedad. Pero ¿no es la vida en si misma ansiosa?

Te dicen que tomar decisiones en gran medida te libera. Es mentira tomar decisiones solamente es tomar decisiones. 

El problema no es directamente contigo, conmigo. Eso lo sabes gestionar antes, desde hace mucho tiempo, antes de que te dijeran ansiedad o hiperactividad. El problema son los demás y sus absurdas preguntas cuándo estas en estado de alerta extrema. No ayuda, que sepáis que no ayuda en absoluto.

Confundir realidad con proyección y que la proyección acabe tomando forma real y sentir que otra vez has acertado, no querer acertar. Una interpretación absurda que se basa en el fatum.

Sentir que a veces eres visionaria, un alter ego narcisista y que se dude de la evidencia, de tu posibilidad, viable.

Odias a Tomás, odias tener fe, dudar de tu propia percepción. Tu percepción condicionada por todo lo que supone la ansiedad y sentirla brillante, sentirla real y certera.

Mesiánica

Así todo el rato.

Sola, sola sin mi, desconectada de mi. No querer escucharse más, porque como apunta este texto una es siempre muy aburrida.

Olvidar tu derecho a no decir nada, que se respete tu derecho a no ser, a no no estar, a no dar ninguna explicación a nadie por nada, nunca.
Nunca es una palabra magnifica.

Estar en una sopa de sentimientos un día de agosto. Tiempo contra emoción. emoción contra tiempo. Cómo se mide la intensidad de lo que sientes.

Sentir,  a veces, en un solo cuerpo diferentes estímulos emocionales externos que no son propios, como reconocimientos de algo que has sentido, que conoces, pero que ahora no es tuyo, no te pertenece pero está ahí, en tu bolsillo izquierdo, junto a tus cosas, enredado, enmadejado.

No saber cómo nombrarlo, no poder nombrarlo, ser solo sentimiento, ser solo muchos sentimientos distintos y nadar. Dudar entre nadar o abandonarse.

Ansiedad emocional.

Sentir en exceso, sentir que sientes más que los demás, que los demás te acusen de demasiado sentimiento. Sentir millones de sentimientos a la vez, notar los icebergs de los que te rodean como propios. Un exceso todo el rato.

Es tan cansado.