Folio en blanco
Hoy anuncian lluvia las nubes,
pero no va a llover.
El amor
llegará a casa una hora y media más tarde.
El perro
le esperará durante hora y media.
Bostezo.
Cansancio acumulado
en
cada
pliegue
de mi cuerpo.
Dolor en medio de la frente. Dolor en el tercer ojo. Es el tercer ojo de cíclope.
A
E
R
É
como cíclope.
No existe más tiempo que el que marca el reloj.
¿OYES ESE RELOJ?
Música.
Recurro al que alguna vez me gustó.
Soy enamoradiza.
Visualizo un espacio sin tiempo, Un espacio que puede existir justo
aquí
No quiero que nadie exista en este trozo de papel. Es mi anillo.
Una cama de sábanas.
La cortina b a i l a al ritmo de un aire caliente que aún no existe.
Recuerdo que alguna vez el tiempo era otra cosa distinta.
Una visita inesperada de alguien que antes no era feliz y ahora si.
De alguien que me echa de menos.
El vals que me enseño mi madre aún lo recuerdo
123 123 123
Voces de hombres hablando sobre cosas importantes.
Ellos siempre lo hacen.
Golondrinas con alas rotas.
La infusión que emulsionó se ha quedado fría.
Las nubes son del color que tiene la pena del robot de la FASA.
Palomas grises como la pena surcan el cielo y
ninguna me trae buenos presagios.
Un libro pendiente y el deseo dormido
en el segundo cajón del escritorio
Otro día vuelve a
c
a
e
r
es un trozo de la esquina de mi agenda
No puedo prometer nada eterno.
La eternidad es azul como el cielo en un día de verano.
Todo lo eterno es tan finito como el cuerpo donde se escribe la palabra eterno
Suena el violín.
Tan triste
Las respuestas no contestan a mis preguntas.
Y sigo con este dolor de cabeza en el ojo del futuro.
Parcas cortan hilos dorados en la mesa de enfrente,
Mantras ininteligibles.
El vals era tan fácil cuando me lo enseñaste
123 123 123
Cuándo se volvió todo torpe
Cuándo se volvió todo complicado.
Cuándo dejó todo de brillar.
¿OYES ESE RELOJ?
Aún recuerdo el vals que me enseñaste
aún recuerdo que era un vals de muerte