domingo, 26 de julio de 2015

No voy a conseguir ser francesa

Es una noche de verano
hay vino blanco en la nevera y un perro
esperándote a la puerta.
No se como explicar
que la vida no cabe en una vida.
No tengo suficiente con una vida y mi vida
me gusta tanto que la elegiría otra vez
si no fuese
mía.

Insatisfacción burguesa
educación de clase alta


Hay una canción que habla de sueños caducados
como tetrabrics de leche
a veces
algunas veces
me siento como leche caducada en una nevera vacía
un lunes de madrugada
A veces
algunas veces
me siento como ese cuento
de la verja y la bata
tengo miedo a la normalidad
a esa atrocidad de normalidad
que me condena
a cortar las esquinas de mi agenda.

No tengo miedo
al futuro
tengo miedo
a los sueños que han caducado
como las esquinas de la agenda.
Tengo miedo
cariño
a dejar de creer
en lo reyes magos y,
la verdad,
no se donde meter
tanto sueño.
Los sueños
son leones asustados que están enseñando
los dientes.
Fauces.
Gato panza arriba.

Este espacio que elegiría
sin dudarlo
si no fuese ya
mio
me agota

He contado todos los sueños
todos los dientes de las fauces de los leones
ya no tengo 15
y no sé qué se siente a los 37.
He robado  al tiempo, tiempo
para contar todos esos sueños
y son
agua entre los dedos

Dime qué hago
dónde quedaron
mis sueños,
los dientes de los leones
están congelados o caducados

La vida no cabe en una vida y
cariño
he de confesarte
que no voy a conseguir ser francesa.


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